Una manera en que se aprecia el avance de la civilización en una democracia es mediante el acceso de todos los ciudadanos a todos los oficios o, de otra manera, el rompimiento de las barreras de acceso a las profesiones.
Si antes de la Apertura Económica era difícil encontrar mujeres en el sector automotor y reparador, hoy día ocupan todo tipo de cargos, desde presidentes de multinacional hasta operarias de colisión y mecánica.
Su presencia, sea a nivel directivo u operativo, cambia las relaciones de poder y eleva el nivel de exigencia porque la feminidad tiene su propio estilo, más allá de los elementos de evaluación del desempeño en cada cargo.
En esta edición dedicada a la Mujer, les rendimos homenaje a tres de ellas, que con trabajo serio y duro han escalado las pirámides organizacionales de las empresas y se han destacado por dejar huella positiva en su quehacer.
¿Cuál es el reto diario para una mujer en este cargo?
R: Mazda tiene una estupenda historia acompañando a los colombianos por 39 años, con vehículos y servicios que han puesto la vara muy alta en tecnología de vanguardia, diseños que no pasan desapercibidos y una reconocida confiabilidad.
Mi mayor responsabilidad es garantizar que ese sello único de marca que crea tendencia se siga consolidando en Colombia, bajo el compromiso de siempre brindarles a los usuarios y seguidores de la marca experiencias diferenciales llenas de valor.
Nosotros queremos que nuestros clientes, al ver su vehículo, se sientan inspirados y, al conducirlo, se sientan orgullosos de la decisión que tomaron, porque además de un carro espectacular, cuentan con un equipo de profesionales que todos los días trabajan por darles más valor y hacer su usanza fácil para que disfruten en cada kilómetro de una experiencia inolvidable.
¿Cuál es el gran aporte que una mujer ofrece en el cargo que un hombre se vea limitado o no pueda dar?
R: Hombres y mujeres tenemos las capacidades de impactar positivamente nuestros entornos organizacionales. La diferencia realmente radica en el compromiso, el profesionalismo y pasión que le imprimimos a lo que hacemos sin importar el género o condición.
Nunca me he sentido con limitaciones o diferencias durante estos 15 años de carrera en Mazda. Siempre empoderados, siempre propositivos y enamorados de lo que hacemos y de la marca que representamos; ese ha sido el gran aporte de todos los colaboradores en Mazda de Colombia. De esta manera, hemos tenido la capacidad de plantear siempre caminos diferentes que sorprendan positivamente a quienes buscan con expectativas un valor agregado por parte de nuestra marca.
¿Cómo combina la presidencia de una multinacional con el rol de madre?
R: Es cuestión de organización, disciplina y una familia excepcional. Estas son las claves para tener un balance en la vida. Las jornadas laborales son tan extensas como importantes. Sin embargo, siempre he tenido claro que es necesario distinguir y respetar los momentos para poder disfrutar de lo que nos apasiona, tanto en lo laboral como en lo personal. Para mí, la unión familiar es uno de los pilares en la vida. Me siento feliz y realizada de ver crecer a mis dos hijos y, sobre todo, de estar presente en su formación y cada momento inolvidable de sus vidas, de la mano de mi esposo que además de ser mi columna vertebral, es el amor de mi vida.
Desde tu cargo, ¿qué desafíos tienes para la marca y los talleres en este 2022?
R: Desde la Gerencia de División Posventa queremos continuar manteniendo las mejores tasas de servicio, a pesar del contexto logístico exigente y cambiante que se está viviendo. Seguimos evolucionando y transformándonos en la media de las necesidades y exigencias de nuestros clientes. Seguiremos trabajando para brindar la mejor experiencia posventa y así hacerla más fácil y tranquila.
En nuestros talleres seguiremos apostando por mejorar los servicios de agendamiento y seguimiento a las reparaciones, procurando brindar una experiencia mejorada de cuidado, asegurando la mejor oferta de servicio para consentir los vehículos de nuestros clientes.
Este cargo representa un reto que me motiva a seguir aportando toda mi experiencia y conocimiento al crecimiento del servicio posventa de Renault. Seguiremos persiguiendo la excelencia para mejorar la experiencia de todos nuestros clientes.
¿Cuáles consideras que han sido los momentos claves en tu trayectoria y desarrollo en esta industria?
R: A través de toda mi trayectoria profesional he aprendido a hacer el bien desde el principio, a tener sentido de pertenecía y amar lo que se hace. Un momento clave, fue pasar al área comercial porque me permitió tener una óptica amplia del negocio, pude conocer nuestra red de distribución, que es una de nuestras más grandes fortalezas y desarrollar esa sensibilidad para entender lo que nuestros clientes valoran de la marca y aquellas cosas que podemos hacer mejor, pero sin duda, lo más importante fue comprender que en nuestros clientes se centra todo.
¿Qué consejo darías a las mujeres que están comenzando o quieren arrancar en la industria automotriz?
R: Es una industria muy apasionante, donde el rol de la mujer cada vez es más importante, no solo por las grandes capacidades y conocimiento que adquirimos, sino también, porque somos un complemento ideal en el trabajo. Tenemos una óptica más aguda sobre todo en el cuidado de los detalles. Adicionalmente, las mujeres imprimimos ese balance que se necesita para generar bienestar en la vida profesional y familiar.
¿Cuál es el reto diario para una mujer en tu cargo?
R: Generar respeto, confianza y servicio basada en el conocimiento y aprendizaje continuo de un mundo que ha sido de hombres.
¿Qué es lo que más te han enseñado estos años en la industria?
R: Uno de los aprendizajes que esta profesión me ha dejado es el logro de metas pequeñas, las cuales me han ayudado a construir objetivos más grandes y cumplirlos. Tener la mente dispuesta es realizar detalles de perfección a diario con agrado y templanza. Con constancia y el continuo deseo de crecer y aprender me impulsa a que cada día me exija más como persona y profesionalmente.
¿Cuál es el gran aporte de una mujer que ofrece en el cargo que un hombre no puede dar?
R: No hablo desde la posición solamente de mujer, aunque está profesión este normalmente dirigida por el sexo masculino: es un logro que las mujeres incursionemos en ella, porque siempre es necesario un toque de belleza en cada actividad que se realice, es decir, debes tener la belleza que representa una pieza bien terminada o que sea bien ensamblada y se pueda vislumbrar a través de los ojos del cliente.
Además, que se obtenga un reconocimiento por el detalle porque la mirada de una mujer contiene más detalles dado que su feminidad se constituye por la elegancia, el cuidado, la conservación y la combinación de factores que permiten detallar elementos que a simple vista no podrían ser notorios.
En ello aplicamos la intuición y la emoción que representa el pensamiento y la experiencia puesta al servicio del cliente.
Desde tu cargo, ¿qué desafíos tienes para tu empresa en este 2022?
R: Los desafíos son un ingrediente diario que aportan al mejoramiento de las relaciones profesionales de cada persona que labora en mi equipo. Así, no es un secreto que siempre se busque la innovación y el crecimiento, primero, de cada persona que entrega su tiempo para realizar una actividad y, segundo, que sienta el orgullo de una labor bien realizada.
¿Cuáles consideras que han sido los momentos claves en tu trayectoria y desarrollo en esta industria?
R: Existen muchas experiencias vividas que han fortalecido mi carrera profesional en el ámbito automotor, pero una de mis metas es obtener reconocimiento por una labor realizada de manera gradual, conservando la calidad como factor determinante.
Impulsar un equipo humano que esté enfocado en entregar lo mejor de sí ha sido uno de mis mayores aciertos porque trabajar de la mano de los colaboradores es, sin duda alguna, lo que ha permitido obtener resultados.
¿Qué consejo les darías a las mujeres que están comenzando o quieren arrancar en la industria automotriz?
R: Que utilicen la fuerza, la dedicación, el pensamiento analítico y que su ética no sea corrompida por el afán que trae el día a día. La paciencia es una virtud que enseña a medida que el tiempo va transcurriendo y es paso a paso como se logran los objetivos. Por tanto, no se debe acelerar un proceso por alcanzar metas de forma inmediata: es mejor disfrutar el viaje y poner el empeño en cada actividad que realices pues de ella siempre vas a aprender.
