Mantener una distancia adecuada con los demás vehículos hace parte de la actitud preventiva al volante, por lo cual cobra vital importancia conocer este concepto para actuar correctamente y así evitar accidentes.
Bogotá, 16 de agosto de 2017.– Las distancias en la conducción las podemos clasificar en cuatro grupos: de recorrido, de seguridad, de reacción y de frenado.
La distancia de recorrido es la que recorre el vehículo desde el lugar de origen hasta el lugar de destino. En zona urbana (ciudad) las distancias generalmente son más cortas que en zona rural (carretera), pero éstas suelen ser inversamente proporcionales a la ocurrencia de accidentes; es decir, de los accidentes ocurridos en un año, el 90% es en zona urbana debido a una serie de factores internos y externos que influyen en el conductor como el estrés, la distracción, el gran número de intersecciones sobre la vía, etcétera.
Por su parte la distancia de seguridad es aquella que se debe mantener cuando se está circulando atrás de un vehículo. En una ruta determinada es necesario que exista una distancia segura que permita, ante la presencia de cualquier riesgo, poder actuar a tiempo sin poner en peligro la integridad propia y la de los demás.
A mayor velocidad se circule, mayor será la distancia de seguridad que se debe mantener con el vehículo que preceda. ¿Cómo saber que se tiene una distancia segura? La mejor manera de medir una distancia en movimiento es en segundos:
Primero, identifique un punto fijo sobre la vía (un poste, una señal, un objeto, etc.). Cuando pase el vehículo que lo precede por el punto seleccionado, comience a contar a partir de 1.101, 1.102, 1.103,…
Segundo, si usted conduce un vehículo liviano y hasta 4×4, y al pasar por el objeto seleccionado ha terminado de contar 1.102, está dentro de un buen espacio de seguridad.
Tercero, si usted conduce un vehículo de gran tonelaje y al pasar por el objeto seleccionado ha terminado de contar 1.105, igualmente está dentro de un buen espacio de seguridad.
Todo lo anterior aplica bajo condiciones óptimas (piso seco, buena visibilidad, etc…). De lo contrario, es necesario que disminuya su velocidad y comience de nuevo el proceso.
Distancia de Reacción. Previamente al accionamiento del freno, existe un tiempo de reacción durante el cual el vehículo sigue recorriendo una distancia que está directamente relacionada con la velocidad que lleva éste. Generalmente se considera un segundo como tiempo de reacción y también dependerá del estado físico-síquico del conductor.
E
s importante anotar que no todos los conductores reaccionan con la misma rapidez; incluso, la misma persona tarda más cuando está cansada o después de una comida. Para calcular cuántos metros recorre un vehículo en un segundo a una velocidad determinada, es preciso utilizar la metodología que a continuación se describe: se debe dividir la velocidad del vehículo (kilómetros por hora) entre 3,6 (constante para pasar a metros recorridos en 1 segundo), y así se obtendrá la distancia de reacción en metros a diferentes velocidades. Esta tabla nos muestra algunas velocidades de circulación y sus respectivas distancias de reacción medidas en metros.
La distancia de frenado es el tramo que recorre el vehículo desde que el conductor acciona el freno hasta que el vehículo se detiene. Esta distancia varía según el peso del vehículo, el estado mecánico de los frenos, el estado de las llantas, las condiciones climatológicas, el tipo de suelo (asfalto, concreto, tierra), las condiciones de la vía (seca, húmeda, lisa, rizada), etcétera. En condiciones óptimas, se han realizado diferentes pruebas a nivel mundial obteniendo distancias totales para detención del vehículo, de lo cual podemos concluir los datos del gráfico.
Espacio de seguridad. Es el espacio que se necesita para explorar la ruta e ir analizando los diferentes problemas que puedan suceder en el entorno de la conducción. Está dado por un espacio vacío tanto adelante como atrás (distancia de seguimiento) y en los lados un espacio equivalente al vehículo.
Para su seguridad
• La distancia de seguridad no solo depende del propio conductor, sino que también está condicionado por la actitud de los demás.
• Un conductor seguro no es quien mejores reflejos tiene, sino quien conoce mejor su propia capacidad.
• Es importante mantener siempre el vehículo en óptimas condiciones de mantenimiento, ya que de esto dependerá evitar accidentes.
• Cuando vaya a conducir evite cualquier situación de estrés, agresividad, nerviosismo y/o distracción.
• Evalúe su trayectoria antes de emprender la marcha, esto hará que sus desplazamientos sean muy bien programados y así evitará molestias que puedan afectar su actitud.
• No exceda los límites de velocidad en zona urbana o rural, esto contribuye a que el conductor mantenga la distancia de seguridad adecuada.
Gracias por su interés en la seguridad vial. Por favor cite a Cesvi Colombia como fuente de la información.
