Mucho calor o mucho frío pueden entorpecer la conducción. Por esta razón, el automovilista se debe apoyar en el aire acondicionado –o en la calefacción– para mantenerse siempre alerta al volante.Cuide la temperatura en el habitáculo.
Bogotá, 23 de febrero de 2016.– El fenómeno del Niño ha hecho que las temperaturas durante el día y la noche lleguen a extremos. Basta con recordar los 25° Celcius de hace unas semanas en Bogotá o los 0° Celsius en la sabana cundiboyacense para tomar conciencia de que cuando se viaja en carro hay que hacer algo en materia de la temperatura a bordo.
Sucede que diversos estudios han logrado determinar que las condiciones de temperatura en el interior del habitáculo de un vehículo influyen directamente en la capacidad y comportamiento del conductor.
De hecho, está demostrado que cuando la temperatura en el interior del habitáculo es superior a 24°C se incrementan los errores en la conducción y los accidentes, y a más de 35°C, el conductor presenta síntomas similares a los que tendría con una alcoholemia de 0,5 miligramos en sangre.
La temperatura en la conducción
El calor que soporta un conductor se define como aquel que depende de la temperatura exterior, la superficie del automóvil expuesta a las radiaciones solares, el calor que desprenden los ocupantes, así como el tipo y color de ropa que porta.
Esta temperatura del habitáculo puede ser controlada por la calefacción y el aire acondicionado. Por cierto, ambos pasaron de considerarse un lujo a convertirse en un importante sistema de seguridad activa pues en conjunto es un sistema integrado que proporciona enfriamiento, calentamiento, descongelación, eliminación de empañamiento, filtrado de aire y control de humedad para la comodidad de los ocupantes.
Conducir un vehículo con una temperatura elevada en el habitáculo, induce a la fatiga, porque al tener que regular la temperatura corporal, el cerebro se ralentiza, es decir, se reducen considerablemente algunas reacciones.
Además, el calor es un factor potenciador, esto significa que incrementa cualquier alteración o síntoma que pueda tener el conductor, por ejemplo si tiene sueño, con calor tendrá más.
Adicionalmente, se disminuye la atención en la conducción, la asimilación de información y la agudeza visual, se incrementa el tiempo de reacción y la agresividad, especialmente si el calor se mantiene por largo tiempo.
Investigaciones han demostrado que a 30°C las fallas en la conducción crecieron en un 20% y el tiempo que se demoraba el conductor en reaccionar aumentó en un 22% al pasar de 21°C a 27°C; así mismo, a 90 km/h y expuesto a alta temperatura, un conductor promedio alcanza a recorrer una distancia de 41 metros antes de accionar el pedal del freno, mientras que manejando con una temperatura de habitáculo óptima (entre 19°C y 24°C) realizaría esta acción después de haber recorrido 25 metros.
De igual forma, la capacidad de percepción visual también disminuye, tal como se explica en la siguiente tabla:
Cuando hay mucha humedad (producto de lluvia o temperaturas muy bajas), también se presentan problemas de visibilidad debido al empañamiento de los vidrios del vehículo, esto se corrige utilizando el sistema de aire acondicionado, ya que deshumidifica al interior del habitáculo.
Manejo del control de temperatura
Un vehículo equipado con sistema de aire acondicionado está dotado de un panel desde el cual se pueden controlar todas las funciones de calefacción, aire acondicionado, descongelación y ventilación.
De manera que la manera más fácil de eliminar el calor del habitáculo es encender el aire acondicionado y con el botón de recirculación activado hasta que la sensación térmica sea agradable.
Hay quienes se quejan de que el aire acondicionado reseca demasiado el aire y afecta la salud. Para esas personas sensibles a la natural resequedad que deja el A/C, basta con decirles que el sistema puede apagarse en cualquier momento.
Por el contrario, cuando la temperatura es demasiado fría, conviene encender la calefacción girando el botón de temperatura a rojo y dirigir los chorros de aire a los pies para desagarrotarlos. El aire caliente, como tiende a subir, calentará el resto del vehículo.
Desempañado de cristales y descongelación
Cuando se presenta lluvia intensa, temperatura muy baja o el medio ambiente es muy húmedo, se presenta el empañamiento de los vidrios. Para eliminar rápidamente este fenómeno se debe encender al máximo el aire acondicionado, verificar que esté en modo ‘recirculación’ y ponerlo a soplar hacia el panorámico.
Aproveche los equipos de calefacción y aire acondicionado con que viene equipado su vehículo: más que accesorios son sistemas que evitan accidentes.
Así mismo, el vehículo cuenta con una serie de ductos que ingresan o extraen aire del habitáculo, los cuales terminan en rejillas ubicadas de tal forma que suplen todas las necesidades del habitáculo.
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