La tecnología que antes era exclusiva de motocicletas de alta cilindrada comienza a descender a las de 300 a 500 cc.
Bogotá, 9 de agosto de 2016.– La Las vías urbanas y nacionales han encontrado en el asfalto y el concreto unos materiales que, con el debido mantenimiento, aseguran suave rodar y seguro frenado. Sin embargo, elementos naturales como la lluvia, el barro y el granizo, y elementos artificiales como el aceite de motor y la grasa en todas sus formas, atentan contra la seguridad de los motoristas porque hacen resbalosas estas superficies.
Y ni hablar de la incauta actitud de algunas autoridades que utilizan materiales fuera de especificación para la demarcación horizontal.
Para sobrellevar las pérdidas de tracción, especialmente durante la aceleración, el motociclista debe observar muy bien la vía, advertir los fenómenos que la hagan resbalosa y dosificar cuidadosamente el paso de gasolina; o también, adquirir una motocicleta equipada con control de tracción, sistema que se conoce con la sigla inglesa ASR o Anti Slip Regulation.
Este sistema se compone de un sensor de giro de la rueda de tracción que envía su señal a un computador, que la compara con la velocidad de marcha de la moto y, si hay alguna diferencia, le ordena al freno trasero reducir la velocidad hasta igualarla. Todo esto en fracciones de segundo.
Llega a Colombia
En el pareto de marcas del mercado nacional no se identifican motocicletas con cilindrajes inferiores a los 500 cc. que integren control de tracción en sus sistemas originales, salvo la Vespa 300 GTS Touring. Sin embargo, Bosch ha desarrollado sistemas integrados que combinan el control de frenado (ABS) con una tracción adecuada (ASR) para optimizar y hacer más segura la marcha.
Este sistema ABS no solo optimiza el rendimiento de frenado de la motocicleta: cuando se combina con el control de tracción ASR, se puede evitar que la rueda trasera gire patinando durante la aceleración y también contrarrestar la elevación de la rueda delantera.
El control de tracción proporciona apoyo en el pavimento y ahora, por primera vez, también en terrenos irregulares. Se puede integrar en todos los sistemas de dos canales de la generación de Bosch 9.
Si el fabricante de la motocicleta añade el sensor de inclinación Bosch al sistema, el control de tracción también controlará la potencia máxima de accionamiento permitida en las curvas. Si este sensor está instalado, el sistema de seguridad comprueba el estado dinámico de la máquina 100 veces por segundo y calcula el ángulo de inclinación, así como la aceleración vertical. El control de tracción, incluso se puede adaptar a las motocicletas de motocross para utilización en caminos de tierra.
Otro sistema que está por verse en las motocicletas de menos de 500 cc que llegan al país es el muy útil monitor de presión de neumáticos, el cual advierte en el tablero de instrumentos la baja de presión de una llanta.