Cesvi Colombia analizó la infraestructura vial de la Avenida Centenario más conocida como la calle 13, uno de los principales corredores viales que conecta a la capital con diferentes regiones del país.
En los últimos meses la Avenida calle 13 ha sido protagonista de varias noticias por las condiciones y los cambios que ha tenido; para contextualizar, esta es una de las principales vías que conecta el noroccidente del país con la capital, proveyendo de insumos, productos agrícolas y asimismo, por la cual se transportan a diario miles de personas que ingresan y salen de la ciudad.
Según datos de movilidad, por la calle 13 circula un promedio de 7.200 vehículos diarios entre la Av. 68 y el río Bogotá, esta cifra corresponde a ambos sentidos de circulación, con un promedio de velocidad entre 15 a 21 km/h, esta calle junto con la Autopista sur son los corredores de mayor circulación de tráfico pesado en la capital.
Debido a las diferentes problemáticas que se presentaron como la eliminación de un carril para vehículos con el objetivo de incluir uno exclusivo para bicicletas, y luego semanas después eliminar la misma por la desmesurada congestión vehicular, Cesvi Colombia realizó un completo análisis de las condiciones de movilidad y seguridad de este tramo, la cual abarca desde la calle 13 con carrera 97 hasta puente grande sobre el río Bogotá, con una distancia de 4 kilómetros.
De acuerdo con el decreto 2851 de 2013, en su capítulo IV, Artículo 10, todas las empresas tanto del sector público como del sector privado deben adecuarse a lo establecido en las líneas de acción del Plan Estratégico de Seguridad Vial (PESV), a demás, teniendo en cuenta lo establecido en la presente norma numeral D y la resolución 1565 de 2014 numeral 8.3, es una función del distrito realizar un análisis de la infraestructura desde la identificación de riesgos en la seguridad vial y tomar medidas que permitan la minimización las condiciones de riesgo, para alinearse a las metas y objetivos planteados por el distrito como lo son las políticas de visión cero.
Desde la perspectiva del área de prevención vial de Cesvi, la calle 13 con las condiciones de movilidad ya mencionadas, no cuenta con un diseño que permita garantizar la seguridad de los diferentes actores viales, y es precisamente que el año pasado por motivos que dio la alcaldía de proteger a los usuarios de bicicleta y debido al incremento de los mismo por la pandemia, empezaron la renovación de la calle 13 incluyendo un bici carril, sin embargo, en la inclusión de este carril no se tuvo en cuenta una ampliación de la calzada, considerándose una improvisación de alto costo para la ciudad perjudicando la movilidad en la zona, debido al alto incremento de los tiempos de desplazamiento, motivos que incentivaron a los habitantes y trabajadores de la zona a manifestarse por medio de huelgas, que lograron que la Alcaldía de Bogotá y la Gobernación de Cundinamarca tomaran de decisión de retractarse de dicha gestión y empezar el desmonte de la estructura que implementaron, la medida mejoraba la movilidad y la seguridad de los biciusuarios pero perjudicaba drásticamente a los demás usuarios de la vía, así como las personas que habitan y trabajan en los alrededores.
Objetivo del análisis
El análisis estuvo enfocado en las características de la vía y su riego para los usuarios, así como la urgente ampliación de la vía, la cual necesita para mejorar la movilidad de esta arteria que comunica el país con la capital.
Dentro de la metodología utilizada, estuvo la revisión y el levantamiento de información presencial en el sitio, con el ánimo de validar los riesgos en el momento de la asistencia, y aunque existen horarios en los que el riego puede ser mayor, como primera conclusión se determinó que en cualquier momento, considerando el alto flujo vehicular, zonas residenciales e industriales, el riesgo de presentarse un accidente es alto.
Se identificaron los riesgos de la ruta, garantizando con esto que el usuario final los conozca en su totalidad, asimismo, se acompaña de un mapa donde se identifican los riesgos de mayor impacto de forma tal que sea más visual para los usuarios.
Sin demarcación
En aspectos generales, la calle 13 carece de demarcación o señalización horizontal, por ende no cuenta con la definición ni cantidad de carriles, esto desfavorece la utilización del carril de forma adecuada descrita en el artículo 68 del código nacional de tránsito ley 769 del 2002.
Para poder comprender la aplicación de las distintas normas que regulan la circulación en la vía pública, es necesario entender que la vida es un derecho fundamental, por lo que se deben analizar y corregir los riesgos que puedan llegar a afectarla. Las normas establecen criterios precisos para su utilización a fin de garantizar la seguridad y derechos de todos, para tratar de obtener así un sistema vial eficaz, dinámico y placentero.
Dentro de la inspección realizada, se pueden evidenciar aspectos relevantes que pueden representar maniobras peligrosas y por ende conllevar a accidentes de tránsito en donde se puede encontrar involucrado cualquiera de los actores viales: peatón, ciclista, conductor y motociclista.
Un seguimiento a la ruta
Esta actividad identificó y evalúo las diferentes variables en esta vía (Avenida Calle 13 (sentido oriente-occidente) entre carrera 97 y carrera 137 en la localidad de Fontibón, con una longitud de 4.1 kilómetros), con la siguiente caracterización del riesgo:
- Condiciones generales de la vía
- Carril exclusivo para bicicletas y vehículos
- Pasos peatonales
- Tipología de vehículos circulantes
- Tipo de superficie y demarcación
- Intersecciones
- Zonas residenciales
- Zonas escolares
Se delimitó la vía en tres tramos específicos en los cuales, se realizó la validación de los riesgos y cómo se conjugan diferentes tipos de movilizaciones, y aunque pueden determinarse que a lo largo del tramo el riesgo es constante, existen puntos claves en los que las características pueden conllevar un aumento importante en el riesgo.
Tramo 1. Carrera 100 – Carrera 116, longitud de 1.5 km
Este carril exclusivo de bicicletas da inicio en la carrera 100, y reduce una calzada de circulación de 3 carriles en una reducción asimétrica derecha, llevando todo el tráfico a dos carriles, aumentando la posibilidad de contacto entre vehículos por cambios en carril de circulación, generando aumento en los tiempos de desplazamiento y poca fluidez.
Además, conlleva el aumento de flujo de vehículos sobre la calle 17 (vía color rojo) para evitar el tráfico sobre la calle 13, en una zona comercial y residencial, en donde la concentración de personas es mayor y por ende la posibilidad de accidentes aumenta, es necesario que como conductor se extremen precauciones en esta zona, y aquellos peatones y ciclistas, deben transitar por zonas demarcadas.
Tramo 2. Carrera 116 – Carrera 128
Tramo de 1,2 km de longitud que da continuidad con solo 2 carriles de circulación a vehículos de carga, pasajeros, automóviles y motocicletas y carril a la izquierda de la calzada.
Lo importante y por resaltar en este punto es el diseño que presenta este “bicicarril” pues se instalaron muros de concreto que impiden que se tenga relación en el tránsito de forma directa con vehículos.
Sin embargo, aunque este tramo continua con estas características, el cruce con las vías presenta semaforización que advierte sobre la prelación, este tramo cuenta con unos de los puntos más críticos de todo el tramo, la intersección con la carrera 123, pues aparte de presentar la incorporación de la calle 17, brinda la posibilidad para que los vehículos que circulan oriente occidente, puedan realizar un giro hacia la izquierda, presentado un punto de conflicto entre los usuarios.
Tramo 3. Carrera 128 – Carrera 137ª
Este tramo tiene una longitud del orden de 1,0 km, y aunque no presenta mayores cambios en su infraestructura con respecto a los dos tramos analizados, se resalta la terminación súbita del carril de bicicletas a la altura de la carrera 137, en donde aumenta el riesgo para los usuarios de la vía pues aunque esta zona se encuentra adelante de la intersección de vías, se demarcan líneas trasversales en la calzada y se encuentra cerca de un paso peatonal (semaforizado), no presenta condiciones seguras para realizar el cruce de la vía y dar continuidad a su circulación (sobre la calle 13 y salida de Bogotá hacia poblaciones de la sabana, Funza, Mosquera y Facatativá).
- Si bien se busca brindar un espacio de circulación amplio y seguro, para los ciclistas, alejados de la zona de circulación de vehículos, debe considerarse los riegos que puedan llegar a presentarse para los actores vulnerables, así como problemas en circulación que puedan llegar a generarse, mas aun cuando se trate de una vía que moviliza gran parte de vehículos de carga de salida e ingreso a la ciudad.
- Los cambios que ha conllevado la pandemia, ha generado un aumento importante en la circulación de bicicletas, y aunque e importante mostrar y generar espacios óptimos para su circulación, no se pueden sacrificar los espacios de circulación de tráfico mixto, y más aún, aumentar el riesgo de accidentes para biciusuarios.
- Las características del tráfico que circula sobre la calle 13, ciclistas, motociclistas, vehículos de carga, autobuses, microbuses, automóviles, debe contar con espacios adicionales que permitan tener espacios de maniobrabilidad frente a cambios de carril por aumento en tráfico o frente a posibles accidentes.