Como quinto pilar del plan estratégico de seguridad (PESV) encontramos la adecuada atención a víctimas, lo cual es únicamente posible si se reconoce la importancia de realizar una acertada investigación del accidente de tránsito, otorgándole especial atención al proceso de levantamiento de información en un siniestro vial.
Desde la salida a circulación del primer vehículo, hasta la actualidad, han sido muchos los cambios estructurales que se han aportado para el confort, diseño y sistemas de seguridad del vehículo que van alineados con la disminución del riesgo de lesiones graves para los ocupantes del automotor y los demás actores viales externos como: motociclistas, ciclistas, peatones entre otros; sin embargo, a medida que el parque automotor ha aumentado, también se ha incrementado la siniestralidad por eventos de tránsito.
Es importante resaltar que en atención a este fenómeno se han venido realizando diversas estrategias de prevención, en Colombia las cifras siguen siendo alarmantes, con más de 6.000 muertes registradas anualmente, por lo que claramente es una situación que requiere de una pronta atención para el establecimiento de estrategias más estrictas que evidencien una clara disminución en las cifras.
Y es que, aunque durante los últimos años se han formalizado diversas estrategias de prevención, que presupuestan soluciones importantes, estas no han reflejado los resultados esperados, por lo que la accidentalidad continúa siendo clasificada como situación altamente alarmante. Sin embargo, hay un avance que vale la pena resaltar y es que el término “seguridad vial” ha cobrado cada vez más importancia dentro de entidades públicas y/o privadas del país, y es que dejó de ser un tema publicitario en horario prime a convertirse en procesos que relacionan a todos los ciudadanos independientemente del rol que jueguen en la vía; el decreto 2851 de 2013 “lineamientos y pilares del PESV” y la resolución 1565 guía metodológica para la creación del PESV, determinan la importancia en la planeación de la seguridad vial.
Es clave tener claro que la planeación de la seguridad vial inicia en la gestión interna de la empresa, comenzando por la idoneidad de sus conductores, certificación de los centros de revisión, inspección de vehículos, y conceptos de infraestructura segura para todos los actores viales. No obstante, cuando pese a la ejecución del plan de seguridad vial se presenta un accidente de tránsito de la compañía, es necesario estar resguardado, y evitar que pueda volver a presentarse otro siniestro “aquel que no aprende de la historia está condenado a repetirla”; y es precisamente aquí que hace presencia el quinto pilar de la planeación estratégica de la seguridad vial que se conoce como atención a víctimas, y dentro del cual también se incluye la investigación de accidentes de tránsito.
Investigación del accidente de tránsito
Esta planeación indica que las entidades puedan realizar esa primera aproximación al accidente de tránsito para la recolección de elementos que sirvan a un proceso de investigación interno, y de así requerirse, que sea un soporte para una investigación técnica hecha por un ente idóneo, en casos en los que se llegue a procesos de índole jurídico y/o administrativo.
Aunque los accidentes siempre son diferentes, podemos encontrar elementos generales que pueden servir para orientar una investigación con el comité interno de seguridad vial, o que podrían servir como insumo para que un ente externo pueda llegar a generar un análisis técnico del accidente en los casos en que se origine en un proceso jurídico.
Para esta situación desde al área de seguridad vial de Cesvi Colombia, se establecen ciertos elementos a considerar al presentarse el accidente y activar ese proceso interno para realizar la investigación del siniestro vial.
- Registro de evidencia.
- Versiones o contacto de posibles testigos.
- Documentación del accidente – Informe de la autoridad.
REGISTRO DE EVIDENCIA
Para el registro de la evidencia es fundamental realizar un recaudo fotográfico de la situación donde se pueda enfocar de mejor manera una deducción sobre lo que pudo ocurrir en el accidente y la evidencia o vestigios que pueden resultar del siniestro; de ahí lo importante de poder tomar registro de:
Fotografías panorámicas: fotos amplias que muestren las características del sitio y posiciones finales de los vehículos.
Fotografías en detalle: daños de los vehículos, piezas que presentan afectación, rastros de pintura.
Cabe la pena resaltar que es de mucha ayuda contar con registro audiovisual (video) para tener información adicional que puede no tener el material fotográfico y viceversa.
REGISTRO DE TESTIGOS
La versión o las versiones de diferentes testigos pueden aportar significativamente a aclarar algunos aspectos del accidente, por lo que acceder a datos de las personas que hayan sido testigos del siniestro es fundamental, en general nombre y número de contacto para posteriormente ampliar la información si es necesario.
Hoy día es muy común que existan cámaras de seguridad en predios privados y públicos, por lo que hacer un barrido sobre la zona del accidente será de gran ayuda para validar si existe un registro videográfico de la situación.
INFORME POLICIAL
De presentarse asistencia de autoridad al sitio, en el informe policial se diagramaran las condiciones del siniestro en el “croquis” al cual podemos tener acceso en físico o bien sea de forma digital (toma fotográfica del documento).
Se destaca la importancia de reconocer la escena del accidente, como un punto clave para una investigación certera, que no solo del evento, sino que además servirá como antecedente del cual la pertinente documentación proporcionará una fuente de información importante para la empresa, de manera que se logre aprender del hecho y que este no se repita nuevamente.
Es transcendental que los comités de seguridad vial de las diferentes empresas en su Plan Estratégico de Seguridad Vial (PESV) hagan especial enfoque en los controles y procesos de investigación interna de los accidentes de tránsito presentados, de manera que dicha información los empodere para realizar procesos, planeaciones y estrategias direccionadas y que los lleven a la disminución de probabilidades de ocurrencia de siniestros viales.